En la esquina de Crisóstomo Alvarez y Moreno, tradicionalmente solitaria, hay un movimiento inusual: donde antes había vacío, esa noche de miércoles en la que el frío ha empezado apretar, la esquina muestra un ritmo diferente: bancos hechos con madera de pallet y con neumáticos como respaldo, reposeras armadas con la silueta de un viejo tablero de arquitectura y con una bolsa de arpillera como asiento; banquetas rellenadas con botellas con arena; una rayuela hecha con tapitas de gaseosas...
La experiencia de intervención temporal del paisaje urbano “Construir el vacío” se impulsó desde la secretaría de Extensión de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT . Pero a la idea de intervenir temporalmente áreas urbanas en desuso la venía masticando desde hace tiempo la arquitecta Verónica Mansilla (Programa de Discapacidad e Inclusión Social - UNT).
“El objetivo principal de esta primera intervención es mostrar que hay muchos terrenos en desuso en nuestra ciudad; y dar el puntapié para seguir con más intervenciones. Esto se enmarca dentro de un movimiento urbano conocido en el mundo con varios nombres, entre ellos “Urbanismo Táctico”, “Placemaking”, “Pop-up Urbanism”, dijo Mansilla a LA GACETA, mientras la decana de Arquitectura, Olga Paterlini, registraba el evento con su cámara. La arquitecta María Lombana, otra de las organizadoras (también hubo un desfile de modelos del posgrado de Diseño que ella dirige) destacó que el mobiliario urbano sustentable que se instaló por unas horas- sólo quedó la rayuela- en la esquina de Crisóstomo y Moreno fue producto del workshop “Nidos en la ciudad”, que condujo el arquitecto Ernesto Marchetti.
Mansilla destacó la importancia de que la participación ciudadana en estas intervenciones. Pero o desechó la intervención del Estado. Catastro Municipal les acercó datos sobre los potenciales espacios no fiscales disponibles para ser intervenidos en forma temporaria. En su carpeta, las organizadoras de “Construir el vacío” contabilizan cerca de 100 espacios pasibles de ser intervenidos entre las cuatro avenidas. ¿Cómo acordar con un propietario, para que él no desconfíe de que se le devolverá su terreno cuando él decida usarlo ? “La idea -enfatizó Mansilla- es hacer algo legal, que deje tranquilas a todas las partes”.